miércoles, 25 de marzo de 2009

Extranjerismos:

El tema a tratar hoy no es otro que los extranjerismos, esas palabras procedentes de una lengua que no es la propia y que pasan a utilizarse de forma habitual al venir  a suplir carencias del idioma a la hora de definir términos, referidos a cosas que normalmente ya habían sido importadas con anterioridad,  aunque no es así en todos los casos.

Como ejemplos nos servirían por ejemplo todas esas palabras tales como ‘gol’, ‘córner’, ‘penalti’.. importadas de juegos deportivos importados a su vez de otros lugares, como es el fútbol (extranjerismo) procedente de Inglaterra, siendo el inglés la lengua donante en este caso. Como apunte ante estas “importaciones” decir que en este caso la forma de escritura varia de la original ya que en el idioma “paterno” se escribiría ‘goal’, ‘penalty’, ‘football’.. En español una vez aceptadas y “adoptadas” suelen escribirse tal como a nosotros nos suenan para de ese modo evitar confusiones, sobre todo una vez aceptadas y analizadas por la R.A.E, la cuál tiene la última palabra.

También las palabras referidas a la cuestión tecnológica nos sirven de ejemplo ya que  España también suele ser mas importador que exportador en asuntos de ese tipo como bien es sabido. Así por ejemplo palabras como ‘blog’, ‘software’, ‘ airbag’, ‘PC’… son utilizadas también frecuentemente en nuestro idioma. Existe una diferencia entre el anterior ejemplo y este, y es que en este caso las palabra son usadas “tal cuál”, es decir a la hora de escribirse  se hace de igual forma al inglés, en este caso (anglicismos).

La mayor parte de estas palabra son adoptadas del inglés , sobre todo por mediación de los Estados Unidos, llegando incluso a actuar de mediador de otras palabras (sirva de ejemplo el caso de Tsunami-Japonés-) las cuales recogemos del ingles pero anteriormente ellas mismas habían sido extranjerismos dicha lengua.

Pero no solo proceden del idioma anglosajón sino que otras lenguas han aportado palabras a la nuestra como podría ser el caso del francés con ‘ vinagre’, fraile’ ‘monje’… que aunque de origen más antiguo forman también parte de la historia del extranjerismo en nuestro idioma. El griego por su parte es de vital influencia a la hora de formar palabras (sobre todo en el campo científico –técnico) y otras lenguas como el italiano también han dejado su impronta en cosas que consideramos “propias” pero que en el fondo tiene origen italiano, estamos hablando de palabras como ‘diseño’, ‘fachada’, ‘novela’, ‘charla’… muchas de estas fueron importadas junto con la corriente artística de los siglos XIV y XV.

Si desean más información sobre el tema les recomiendo esta página:

http://blog.lengua-e.com/?s=extranjerismos

miércoles, 4 de marzo de 2009

Laísmo.

El laísmo consiste en utilizar el pronombre la(s) para el complemento indirecto femenino. Es un fenómeno típicamente castellano.

La norma exige que para el complemento indirecto se utilice el pronombre le(s) tanto para masculino como para femenino.

Veamos un ejemplo:

Pues anda y dila que venga [Leandro Fernández de Moratín: El viejo y la niña]

En el ejemplo anterior, el verbo decir toma un complemento directo (que venga) y un complemento indirecto (la). En el ejemplo anterior, la norma exige decir:

Pues anda y dile que venga

Cuando un "laísta" dice: La pegué, un no "laísta" entiende que "la cosa" referida fue pegada (con un adhesivo) y no "golpeada", que es lo que el "laísta" quería decir.

El "le" indirecto es ambiguo; para quitar la ambigüedad utilizamos un segundo pronombre con preposición: Dale un beso, a ella (a él).

La Real Academia de la Lengua Española condenó el laísmo en 1796. El laísmo tiene su aparición mas frecuente en el dialecto madrileño.

Fuentes:

http://blog.lengua-e.com/2007/el-laismo/

http://es.wikipedia.org/wiki/Laísmo/

 

 

Leísmo.

El leísmo es la sustitución del pronombre personal lo/la por le en la posición de complemento directo y en los verbos que tradicionalmente rigen el caso acusativo (también llamados verbos transitivos) en español:

(Forma leísta) Juan le ha visto.

 

(Forma estándar) Juan lo ha visto.

El sistema etimológico de pronombres personales átonos (es decir, el heredado del latín) únicamente comprende los pronombres lo(s), la(s) para la tercera persona del complemento directo:

Yo lo conocí el mismo día que a Juan.

También los saludamos cuando nos vieron.

Estas son las formas utilizadas en Andalucía y América y son siempre correctas.

Los usos admitidos:

La norma permite el uso del pronombre de complemente indirecto le para referirse a un complemento directo que se refiera a una persona de sexo masculino en singular:

A Jorge le vieron en el aeropuerto. (Correcto)

A Jorge lo vieron en el aeropuerto. (Correcto).

También es correcto el llamado leísmo de cortesía, que sustituiría a lo y los cuando se refiere a usted o ustedes:

¿Quiere que le lleve hasta el restaurante? (Correcto.)

¿Quiere que lo lleve hasta el restaurante? (Correcto.)

Otros tipos considerados incorrectos:

-       Leísmo de cosa:

Cogí el coche y le lleve al taller.

-       Leísmo de persona masculino plural:

Les persiguieron hasta el final.

-       Leísmo de persona femenino, tanto en singular como en plural:

Esa señora, que le conocí el otro día, es muy borde.

Finalmente, cabe destacar que existen casos especiales: como el denominado leísmo de cortesía, el uso del pronombre le(s) en construcciones impersonales con se, la alternancia de régimen de los verbos de afección psíquica, las construcciones causativas formadas con los verbos hacer y dejar, o los cambios de régimen que están experimentando ciertos verbos.

Ejemplo de prensa escrita en el que se hace un uso leísta:

 

Comenta que las autoridades les recogieron en la playa (Abc, 22-09-2007)

 

Uso normativo: comenta que las autoridades los recogieron en la playa.

 

Fuentes:

http://es.wikipedia.org/wiki/Leísmo

http://blog.lengua-e.com/2007/el-leismo/

 

 

Loísmo.

 

El '''loísmo''' es el uso de "lo" y "los" como complemento indirecto en vez "le" y "les". Es considerado incorrecto en todos los casos y es visto como una forma de expresión vulgar entre otras cosas, por que es raramente visible dentro de la lengua escrita  y si lo hace suele ser en un carácter dialectal, con lo que siempre ha sido menos frecuente que el leísmo y el laísmo.

 

La norma culta del español estándar solo admite el uso de estas formas para desempeñar dicha función: «Me lo encontré en la calle. Estaba muy contento» (Parra Tristán [Chile 1994]); «Esto Manuel lo comprendió muy bien» (Gironella Hombres [Esp. 1986]); «Yo los estrecho contra mi corazón y deseo se den cuenta de cuánto los amo» (Posse Pasión [Arg. 1995]). No son aceptables en la norma culta usos como los ejemplificados a continuación, en los que lo(s) funciona como complemento indirecto: «¿Tu identificación?, me dijo; y lo di mi acta de nacimiento» (Excélsior [Méx.] 8.6.96); Los dije que no se movieran de aquí.

Surge al igual que sus respectivos en la Castilla Primitiva durante la Edad Media y es fundamentalmente empleado por sus habitantes ya que es raro hallarlo en otros lugares de habla hispana, a no ser en casos concretos tales como algunas poblaciones americanas en las cuales el español y las lenguas indígenas como el quechua y el aimara conviven.

Fuentes:

http://blog.lengua-e.com/?s=loismo

 

http://buscon.rae.es/dpdI/SrvltConsulta?lema=loismo