Las reglas que rigen la formación del plural en los sustantivos españoles pueden resumirse en las siguientes:
a) Cuando el sustantivo finaliza en vocal átona o en una e tónica, el plural se forma añadiendo una - s al singular: pluma/plumas, café/cafés.
b) Si termina en vocal tónica que no sea e o en consonante que no sea s, el plural se forma añadiendo el morfema - es: tisú/tisúes, bombón/bombones; excepto papá, mamá, sofá y dominó, cuyo plural lo hacen en - s; sin embargo, en el uso cotidiano existen a veces vacilaciones entre los morfemas - s y - es. En América alternan papás, papaes y papases. También forman el plural en - es las palabras que terminan en diptongo cuya última vocal es y: buey/bueyes, ley/leyes, pero en la lengua hablada se dan algunas vacilaciones en palabras tomadas de otros idiomas, como jersey/jerséis, jerseises o jerseyes, aunque lo correcto es jerséis. Los plurales de las vocales forman el plural en - es: aes, íes.
c) Nombres cuyo singular termina en s: Si son nombres llanos o esdrújulos, la forma de marcar en ellos el plural es mediante el artículo: el jueves/los jueves, el miércoles/los miércoles; si son agudos el plural se forma añadiendo - es: país/países.
d) En las palabras latinas como memorandum o referendum, se oscila entre mantener en el plural la misma forma que en el singular: el referendum/ los referendum, o utilizar el plural latino: memoranda, referenda, o terminarlo en - os: referendos, memorandos. La Real Academia Española ha optado por la españolización de alguna de estas palabras en - o: estadio, simposio, currículo, cuyo plural lo forma añadiendo - s: estadios, simposios, currículos, o por mantener en el plural la misma forma que en el singular: ultimátum.
e) Los términos tomados de otros idiomas cuya terminación es en consonante oscilan a veces entre la formación del plural con - s o con - es: complot/complots, gol/goles, líder/líderes, club o clube/clubes...
f) Los nombres propios de personas y los apellidos generalmente se usan en singular, pero admiten también el plural: Los Antonios, los Garcías, excepto los que terminan en - s, en - z, los esdrújulos que terminan en consonante o aquellos que no proceden del castellano: Los Gómez, los Valdés, los Schmidt. También se puede poner el artículo en plural y mantener la forma del apellido invariable: Los Yagüe.
g) Los nombres propios geográficos se usan generalmente en singular: Brasil, Acapulco, si bien alguno de ellos puede presentar la forma del plural y funcionar como singular: Buenos Aires, Las Vegas. Cuando aluden a islas, archipiélagos o cordilleras toman el plural: Las Antillas, los Andes.
h) Los nombres compuestos suelen formar el plural sobre el último componente: bocacalle/bocacalles; pero si el hablante los concibe como la suma de dos lexemas más que como una sola palabra, pueden tomar el plural los dos o sólo el primero: quienquiera/quienesquiera.
Al hablar del número del sustantivo, casi siempre, se piensa en sustantivos contables en los que es fácil distinguir su singularidad o pluralidad, pero existen otros sustantivos no contables, como vino, arena, sopa, que por su misma esencia son incompatibles con cualquier cómputo real, aunque se puedan pesar o medir, al igual que ocurre con los nombres colectivos, como muchedumbre o gente, por lo que si bien pueden adoptar la forma gramatical de plural, éste no será informativo, sino únicamente enfático o ponderativo. Lo mismo se puede decir de los nombres abstractos, como, por ejemplo, perfidia, amistad..., a no ser que el hablante los piense como una suma de individualidades referidas a acciones, hechos o personas, con lo que se transforman en concretos: perfidias (conjunto de acciones desleales), amistades (personas con las que existen lazos de afecto): Sus perfidias le han llevado a un total aislamiento; hemos conseguido muchas amistades en Perú.
Algunos sustantivos, como tez, ecuador, cenit, no admiten más que el singular; por el contrario, otros, como albricias, fastos, gárgaras, o los que designan objetos dobles: gafas, alicates, se usan siempre en plural. El uso ha fijado a veces la marca del plural o la del singular; se dice buenos días o buenas tardes cuando se saluda a alguien, pero se desea un feliz día o unos felices días.
En ocasiones, el morfema de número se utiliza para diferenciar significados: el celo/los celos; la víspera/las vísperas; letra/letras, son palabras que en sus orígenes tuvieron alguna relación, que a veces siguen conservando.
Al formarse el plural, las palabras no suelen cambiar el acento de sílaba; no obstante, hay algunas en las cuales éste se desplaza: carácter/caracteres, régimen/regímenes, espécimen/especímenes, sénior/ seniores.
Información obtenida de la Enciclopedia Encarta